CAMBIANDO EL NOMBRE DE LAS CALLES

Si algún día me dedicaran una calle o  levantaran un monumento, cosa que creo tan improbable, que ni lo pienso. Sobre todo, sabiendo que soy una minúscula piedrecita enterrada en las arenas del desierto y nadie, entre los millones de personas que habitan en la Tierra, aparte de haber…bueno esto para otro día. De todas formas, para mí sería un dolor de cabeza y procuraría, dar un rodeo para no pasar por dicha calle. No estoy en contra de que a ciertos próceres de nuestra sociedad, les levanten monumentos, les den nombres a las calles, como a D Santiago Bernabeu que ha sido el alma del mejor equipo de Futbol del mundo y que la Alcaldesa de Madrid, de  PODEMOS, le quita la calle, porque estos ignorantes  dicen que era el equipo de Franco; no sé si le gustaba el futbol o el baloncesto o ninguna de los deportes, pero los que no eran del Madrid, lo afirman. No sé como pudo influir Franco en que ganara al menos 5 copas de Europa;  o a Muñoz Seca, buen literato, que la misma alcaldesa le quita la calle porque era contrario a la República, quien además fue asesinado en Paracuellos del Jarama. En total serán 52 y aparecerán como nuevas la dedicada a Julian Besteiro, Marcelino Camacho… todo de sabor rojillo.

Estos ignorantes, que no saben dirigir una ciudad, sea Madrid, sea Barcelona, pero que por falta de ideas, recurren a quitar calle y estatuas, para entretener  al populacho como hacían los emperadores romanos, para evitar que se les echaran encima por inútiles.

Recordemos el “fusilamiento” de la imagen del Sagrado Corazon , pensaban que así mataban a Dios. Al quitar las calles, las estatuas, incluso las de Franco, claro está, piensan que van a borrar o los vamos a olvidar. Al contrario, hacen que los recordemos y sigamos sus huellas y luchemos con intensidad para desbancarlos del poder al que pretendend agarrarse como lapas.

Podrán quitar y cambiar los nombres de las calles y sustituirlas por otras; podrán quitar las estatuas de Franco o de hombres y mujeres del régimen; podrán quitar, como aquí en Vitoria, los brazos a la Cruz que recordaba a los asesinados por ETA. Los nombres de las calles importan poco; podrían numerarlas, pero el recuerdo de las personas que han hecho algo bueno por España no lo borrarán. Se creen que la Historia no les va a juzgar por patanes, ineptos o ignorantes; si les juzgará y por mucho más. Todo es fruto del odio y del rencor de quienes nos hablan de reconciliación y del perdón. Una burda patraña de la izquierda y de los meapilas de la derecha (los que ponen una vela a Dios y otra al diablo) cobardes que se abstuvieron.