TWNGO UN LIBRO EN MIS MANOS

Los mayores, a los que les gustaban los programas culturales como el programa, TENGO UN LIBRO EN MIS MANOS, entre los años 1959 a 196 el premio, recibiendo  el premio ONDAS por la magnitud del programa dirigido por Luis Sosa, en el que se hablaba de un libro y después se hacia una pequeña representación teatral.

Recuerdo haber visto algún  programa, me gustaba estudio 1que se representaban obras de teatro, con actores de gala, de lo mejorcito de España.

Esto no me ha venido pensando en las musarañas, en un momento en el que el aburrimiento te golpea con toda su fuerza, sino que cuando al ir a n recado, me he cruzado con una maraña de personas de todas las edades, colgados de sus telefonillos, tablets, wuasapeando, sin mirar siquiera el estado del semáforo. Han habido muertos y heridos. No por culpa del telefonillo que la tiene en parte, porque crea adición.

Hoy se le menos que ayer, porque se compran menos libros en las librerías, porque se bajan de internet o en los vienen en los llamados “e book” que a finak de cuentas, cuando se acaban los que venían, tienes que comprar el que buscas. Todo es un negocio, nadie da nada por nada.

Yo leo poco, la verdad. Escribo mas que leo cosas variadas, de actualidad, de sociedad, de religión de política cuando algo me preocupa, cuando alguno suelta  alguna burrada… pero leo poco; eso si, no voy por la calle colgado del telefonillo como tarzán de la liana. Procuro tener el telefonillo en silencio para no  escuchar el estridente ruido de la llamada y lo mejor es que entiendo poco de telefonillos, así no ando fedeyando en las tripas, que luego sobran piezas, como cuando desarmábamos las máquinas de escribir que siempre sobraba algún tornillo o como mi hermano que lo arreglaba todo con papel de periódico y funcionaba  la perfección.

Ahora mismo estoy leyendo RAZONES del padre Martín Descalzo, que compuso varios libros basados en los artículos que escribió en el ABC, otro sobre la vida de Jesús, que también les recomiendo, otros de otros autores como LA VUELTA DEL HIJO PRÓDIGO, o TRES MONJES REBELDES,  o la  biografía  de Don Bosco, cuando me curaba de las ultimas anginas hará unos veintitantos años y algunos más, pero no quiero enrollarme.

Pero procúrate tener un libro en tus manos, siempre te será más beneficioso, que  colgado del telefonillo, para salud y posibles accidentes.