PESCADORES DE HOMBRES

Las mujeres ocupaban un segundo lugar en la sociedad aquella y casi hasta el siglo XIX, no fue tenida en cuenta. Por eso no las creyeron, cuando les comunicaron que Jesus había resucitado y lo habían visto. ¿Cómo va a ser que se les apareciera a ellas primero?. ¡No podía ser!. Pero si nos fijamos bien, ellas eran las que mas cuidadosamente le había tratado. Incluso le embalsamaron y le pusieron los mejores ungüentos. Y ellas, cuando acabo el sabat, se levantaron temprano para embalsamarlo mejor; ellas le acompañaron hasta el Golgota y Juan.

“El que buscais ya no esta aquí, ha resucitado”.  Creyeron y fueron a anunciarlo. Es verdad, que la primera en saberlo fue su Madre, que había hecho posible la Historia de la salvación con su Si a Dios y el aceptarnos como hijos al pie de la Cruz.

Pedro y Juan salieron corriendo hacia el sepulcro. Juan era mas joven y corria mas, pero Pedro, haciendo un esfuerzo llego antes al Sepulcro y vio que estaba vacio y la sabana estaba bien colocada y las vendas también. Vieron y creyeron.

Los hombres eran mas rudos y por tanto menos finos. Las mujeres todo lo contrario y este fue el premio que el Señor les concedió.

El Señor nos enseña a respetar a la mujer. Hoy  persisten muchos hechos que no hemos resuelto, y es la valoración de la mujer. En muchos países ocupa el ultimo lugar. Pero hablando del nuestro se la sigue degradando. La Ley la denomina violencia de genero, en la que se agrede, se la asesina, incluso se la obliga a vender su cuerpo, a prostituirse. Cierto que algunas no hacen por si; pero también las hay donde se las recluye en pisos y se las obliga a ejercer la porsitucion, debiendo presentar una cantidad de dinero bajo determinadas amenazas que llegan desde las palizas a la violación, en un régimen carcelario. Gracias a Dios, el trabajo de nuestra Policia y en ocasiones la colaboración ciudadana, las devuelve la libertad, presentándolas un futuro nuevo para estas jóvenes.

Hoy la mujer tiene en casi todos los trabajos de la misma igualdad. No debe quedar un sitio donde la mujer vea coartada su libertad y su igualdad. Tiene los mismos derechos del hombre y es ante Dios igual que el hombre.

Los discípulos creyeron, salvo uno, que no estaba cuando se les apareció en el lugar donde se reunian en oración, junto a la Virgen.

Que la Virgen Madre nuestra bendiga a la humanidad entera y que nos ayude a respetar a la mujer en todo momento.