Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog
El blog de antonio tapia

EL CAMINO DE EMAUS

SINE ME NIHIL

 

 

“ Sin mi, no hay nada” dice el Señor. Cuantas veces hemos probado el sabor de estas palabras, si hemos tenido la gallardía de analizar el porque de cada uno de nuestros pecados. El pecado nos aleja de Dios. Todos los pecados tienen su comienzo en una causa: la ruptura de un Mandamiento y esta coienza desde un pecado Capital: la soberbia.

¿Por qué he llegado a esta vida?. ¿Por qué he caído tan bajo?. ¿Por qué hice aquello otro?. Si nos examinamos bien, vemos que la soberbia, la falta de humildad, La ira… aparecen a la cabeza de unos u otros pecados, por ello se denominan pecados capitales, cabeza de otros pecados, que solo desaparecerán una vez rompamos con ellos. Además los pecados capitales nos hacen repetir una y otra vez en los mismos y otros pecados y solo serán vencidos si rechazamos la cabeza del pecado y nos mantenemos dentro de los Mandamientos por Dios establecidos.

Habremos de volver a Dios, poniendo voluntad de hacerlo. Las cadenas del pecado son difíciles de romper y mas si pretendemos hacerlo por nuestra propia cuenta. Es una lucha “encarnizada”, porque el enemigo común  en su lucha contra Dios por querer arrancar el alma humana acudirá a todos los ardides para retener al hombre o retardar su vuelta a Dios.

Para volver a Dios habremos de poner toda nuestra voluntad, como hiciera el hijo prodigo, cuando se vio solo y que el sólo no podría resolver su situación, sino únicamente contando con el Padre y acudiendo con el corazón verdaderamente arrepentido, “Padre, he pecado contra el Cielo y contra ti”.

Cuando estamos separados del Padre; cuando nos mantenemos en el pecado y se acaban las reservas espirituales nos encontraremos en la oscuridad de la que no sabemos salir o no podemos salir, porque somos como el paralitico de Cafarnaun, no nos podemos mover y precisamos ayuda, principalmente de la de Dios.

¡Sin mi nada podeis!. El paralitico de Cafarnaun preciso ayuda para su curación. Nosotros necesitamos la ayuda del Señor, si en verdad queremos curarnos. En casos se pierde a Dios de forma que no lo vemos ni en el horizonte, sin embargo el nos espera porque nos ama, porque si El nos dejara seria nuestro fin, pero por el amor que nos tiene no nos abandona y espera pacientemente a salir a nuestro encuentro.

Sin El nada podemos. Ahora, en cuaresma es el tiempo para pensar como estamos, que nos falta, que necesitamos. Proximos a la Semana Santa, debemos ver cuando es lo que dio el Señor por nosotros y que lo hizo para que se abrieran las pertas del Cielo, volviéndonos a la amistad con Padre Dios. Sin El nada podemos. 

Compartir este post
Repost0
Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase:
Comentar este post