EL MEDICO

En un pueblo, en el interior de la india, vivía un hombre inmensamente rico. Nada le faltaba, hasta los médicos los tenia bien pagados para que solo le atendieran a el. Tenia miedo a morir y a perder su fortuna.

Asi todo, mando buscar al mejor medico del país y lo trajeran. Una vez ante su presencia: “Te pagare bien, si me mantienes sano y evitas que cualquier enfermedad acabe con mi vida”. El medico recién llegado le mira y le dice:” Si usted esta bien cuidado, esta sano completamente. No me necesita”. El millonario le dijo:”Pero usted es el mejor y quiero que usted este a mi lado también”. El medico acepto y   se quedo.

Entre tanto en el pueblo, inmensamente pobre se desataron enfermedades por causa de la hambruna y empezó a producir muertes. Enterado el millonario, prohibio pasar noticias de lo que ocurria al medico recién llegado. Pero uno de los siervos, cuya familia se vio afectada, acudió al medico y le conto lo que pasaba, por lo que decidieron salir de la mansión si que nadie se diera cuenta. viendo la situación, comenzó a  actuar, mando traer alimentos y medicinas para acabar con aquella mortandad. Enterado el millonario mando traer al medico que le había sido infiel: “Te pague bien para que me atendieras y te fuiste al pueblo, escapando con otro siervo infiel”. “Me necesitaban, usted esta sano y tiene consigo a los médicos del pueblo. Ellos no tienen nada, ni que comer”. Tras devolverle lo qe le había pagado, volvió al pueblo. Una vez requesuelto el problema y dejando su catedra fue de pueblo en pueblo atendiendo a los enfermos.

Jesus ha venido tendiéndonos su mano. Hay quienes la rechaza, hay quien le critican y criticaban en su tiempo, porque se sentaba a la mesa con los publicanos. Esos publicanos somos nosotros, a los que el Señor ha venido a sanar. Los escribas y fariseos y doctores de la Ley, se consideraban por encima de todo, despreciaban a los pecadores :”Gracias Señor por no hacerme como aquel…”. La soberbia no les dejaba ver como eran en realidad, hasta engañaban al pueblo con falsos ayunos, para las gentes los hicieran, les hacían aplicar la Ley con extrema dureza, que ellos no se la aplicaban. Pretendían que se sentara a la mesa con ellos. “No necesitan medico los sanos”, quienes creen que son buenos y santos, que no están tocados por la enfermedad del pecado

Jesus medico del alma ha venido para que nos pongamos en sus manos y pone a nuestro alcance las medicinas necesarias para curarnos. Podemos tomarlas o rechazarlas, cuando la soberbia nos impide ver nuestra enfermedad.

Si no hubiera sido necesario, porque el hombre hubiera cumplido la Ley, Jesus no se hubiera hecho uno de nosotros para padecer la cruel pasión. Pero la desobediencia de Adan y de Eva, marco la marcha de la humanidad hasta el final. Y el único modo que volviéramos al Paraiso lo puso Jesus en manos del Padre, ofrecerse por nosotros ganándonos la Gloria.

Y Dios nos ama tanto que se hizo uno de nosotros, salvo en el pecado que bajo a rescatarnos. Tal vez aquellas lagrimas  de Jesus en el Huerto, fueran por nosotros, al ver que gran parte de la humanidad no iba a agradecerle el sacrificio hecho. Asi todo sigue amándonos y sigue Haciendo el bien como durante su vida publica, porque sigue caminando y buscándonos y llamándonos por nuestro nombre.