17 Junio 2013
La CONCAPA rechaza multar a los padres cuyos hijos sufran coma etílico y apuestan por una decidida educación. Los padres deben implicarse en la educación de los hijos, el miedo a tocar todos los temas con ellos: alcohol, sexo, buenas compañías, comportarse en casa y en la calle, respeto a los domes y sobre todo con las personas mayores, ceder el asiento en los medios de transporte, ceder la derecha en las calles… y muchos otros mas temas que aquellos que harán de ellos el futuro de la sociedad. Enseñarles que fuera existen muchos peligros. Y deben enseñarles antes que caigan en manos de desaprensivos que puedan llevarles por el camino equivocado. Ser padres no significa traer hijos solamente, sino que reporta entrega, sacrificios y enseñanzas.
Al parecer, cada fin de semana se presentan casos de coma etílico de menores y adolescentes. ¿Esto puede representar una dejación por parte de los padres?. Es posible que algunos repitan antes que caigan en manos de desaprensivos que puedan llevarles por el camino equivocado. Ser padres no significa traer hijos solamente, sino que reporta entrega, sacrificios y enseñanzas.
¿Son culpables los padres?. Si sabedores del problema no hacen nada por solucionarlo. Y esto no hacer nada no significa solucionarlo con castigos, riñas violentas, o darles bofetadas. Esto agravaría mas la situación pues haría mas rebelde al hijo. “ Una bofetada a tiempo soluciona mas de un problema”, creo que la solución ya no esta ahí; los tiempos han cambiado, deben procurarse acercamientos y donde no podamos llegar nosotros, existen profesionales bien preparados que pueden hacerlo: orientadores y psicólogos que lo resolverán.
Las multas no resolverán nada, hasta pueda que los padres no puedan hacerlas frente. De la misma forma que se ha llevado una campaña contra el tabaco debería llevarse contra el alcohol tan peligroso como el fumar. También el alcohol crea adicion y puede levar a la muerte.
Algo esta fallando por el incremento de menores con coma etílico. Precisamente ayer a la salida de un supermercado pude ver como niñas menores de 17 años mezclaban botellas de alcohol preparándose para un botellón. ¿Quién compro? No llegue a verlo.