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El blog de antonio tapia

EL CAMINO DE EMAUS

HACED LO QUE EL OS DIGA

cana

Situación:    Canán se encontraba situada a 7 Km. de Nazaret. Si miramos un mapa de aquel entonces, vemos que se encontraba  próxima al Monte Tabor (el monte de la Transfiguración del Señor), al sur del Monte de las Bienaventuranzas (Primera predicación multitudinaria del Señor), y norte  de la llanura del Esdrelón (llanura muy fértil). Actualmente Canaán la identifican con la ciudad de Kef Kenna, justo a siete Km. de Nazaret.

 

Las Bodas: Unas fiestas  de suma importancia, y por tanto tenían una larga duración. A estas fiestas no solo acudían los familiares de los  esposos, sino también los amigos y hasta los transeúntes.

 

El Vino: Era un elemento indispensable para estas fiestas y que daba un ambiente más festivo y más importante. Nos habla el  texto de que había seis tinajas, con capacidad para dos o tres metretas por tinaja. La capacidad de una metreta suponía unos 40 litros, por tanto cada cántaro tenía capacidad para unos 120 litros de vino, lo que supone unos 720 litros entre todas las tinajas; tratándose además de vino de la mejor calidad.

 

Durante las comidas se iba repartía entre las mesas el vino, teniéndose la costumbre de consumir el vino de la mejor calidad al final de las comidas.  Vino de la mejor calidad  y el agua fresca. Estas palabras no han sido colocadas en el Nuevo Testamento por capricho del evangelista. El vino de la mejor calidad en las bodas de Canaán, el agua fresca con que se da a beber a Cristo en aquel pasaje, donde siente sed...y es que significa que siempre hay que dar lo mejor de uno hacia los demás, a semejanza como lo hace Cristo.

 

Las mujeres: El papel de la mujer era esencial, lo es y lo será siempre. Una mujer es elegida por Dios para ser el medio de la salvación de la humanidad: María. En las fiestas, el papel de la mujer era indispensable, colaboraba en las tareas de la casa; por esta causa, nos dicen los Santos Padres que María pudo percibir la falta de vino. María que ya nos sentía de alguna manera en su corazón, le transmite a su Hijo este problema.

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Si leemos  este pasaje como si se tratara de un acontecimiento histórico más, no vamos a adivinar su autentico sentido. Las Bodas de Canaán son algo más que el acontecimiento social que viene tras el enlace matrimonial, donde los familiares y los amigos acuden a celebrar ese momento en que un hombre y una mujer se dan el  ¡si! para toda la vida; si, para los buenos momentos; si, para los malos; para las alegrías y para las penas... Las Bodas de Canaán, con la presencia de Cristo,  son la bendición por el mismo Dios no solo del matrimonio que los une para toda la vida, sino lo que es también la bendición de ese amor que nació, creció y se solidificó durante la etapa anterior : el noviazgo. Dios no solo considera importante el Sacramento del Matrimonio, sino el momento antes, la etapa del noviazgo, donde el hombre y la mujer se dan a conocer, donde aprenden a apoyarse, donde uno y otro se van preparando para ese después que comienza con la unión sacramental.

 

La importancia de la presencia de la Virgen María es trascendental. Como no puedes ser de otra manera; ya que con su HAGASE, La Virgen María se convierte en la principal valedores, después de Jesús, de TODO el género humano. Si leemos el Evangelio de San Juan, solamente vamos a. Esto no resta importancia a nuestra Madre. El Evangelio hay que leerlo despacio. Casi podemos decir que cada palabra está  colocada para decirnos y para descubrirnos algo. Y en este caso, María aparece en dos momentos culminantes. El  primero en las  señalar a María en dos momento muy importantes: Bodas de Canaán, cuya intervención a favor de los esposos, nos señala cuanto amor existía por el género humano, y por la felicidad de la familia,  en el corazón de nuestra Madre amantísima. Aún faltaba mucho para que al pie de la Cruz nos eligiera a ti y  a mí como hijos, para que dentro de su alma maternal inagotable se acogieran todas nuestras suplicas, nuestras preocupaciones, nuestras  penas y nuestras alegrías, incluso aquellos deseos que aún no habías ni soñado con solicitar de ella. Pero ya entonces, La Virgen María, nos llevaba de alguna forma muy dentro de ella. Y así, acude a su Hijo en favor de los novios. El segundo, no va a ser en un momento festivo para la Madre. Todo lo contrario. Van a ser momentos de amargura, de dolor, de grave dolor para el corazón de una Madre al ver a su Hijo clavado bárbaramente en una Cruz. Allí María acepta su nueva Maternidad. Esta vez  va a ser diferente, pues se trata de toda la humanidad, de tí y de mí. María es la Madre Misericordiosa, y quiere lo mejor para sus hijos, nosotros.

 

Si de Jesús podemos decir que es el amigo que nunca falla; de María podemos decir que es la Madre de la que jamás se ha oído decir “que ninguno de los que ha acudido a vos, haya sido abandonado de vos”. Y así lo demuestra en Canaán, y desde entonces hasta nuestros días y así  hasta el final de los tiempos. María siempre al lado del género humano. Madre Misericordiosa y Corredentora

 

¿Qué nos va a ti y a mí?  Estas palabras de Jesús, como respuesta a la petición de María pueden parecernos duras. Nos dicen los teólogos que era la forma de expresarse  y de hablar en Oriente. De la misma forma los Santos Padres extraen dos consecuencias: Una,  el que Jesús interviniera en aquel hecho no pertenecía al plan divino, pero que la petición de María le mueve a resolver aquella situación creada. Otra que perteneciera al plan divino  que Jesús realizara aquel milagro por intercesión de su Madre.

 

¿María sabía que Jesús atendería su súplica en favor de los novios? Nos enseñan que María sabía por la respuesta de Jesús ¿Qué nos va a ti y a mí?, que El haría algo, de aquí que tras la respuesta de Jesús, La Virgen María les dice a los criados: Haced lo que El os diga. Ella, nos da una gran lección de Catequesis: La obediencia a Cristo. Obediencia en todo lo que Él nos dice en cada momento, a través de las Escrituras, a través del sacerdote en la Confesión, a través de las Homilías de la Misa, a través de nuestros propios padres, profesores, educadores, catequistas... y amigos ¿por qué no?

 

Pero además de la Obediencia que nos pide la Virgen María, desde aquel pasaje, nos da otra enseñanza: la confianza. En ningún momento La Virgen María se detiene con desconfianza ante la respuesta de Jesús; ni se lo pide otra vez. Todo lo contrario, rápidamente les dice Haced lo que El os diga.

 

Obediencia, Confianza, Bendición del Sacramento del Matrimonio,  bendición del noviazgo, del amor de los novios y de los esposos... Un breve texto pero rico en contenido, como en cada página de los evangelios, que vamos descubriendo a cada paso que lo vamos leyendo

 

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