CAMBIO DE IMAGEN

Una de las promesas electorales del señor Zapatero, creo que fue en la primera campaña, era la de borrar del mapa, a aquellos programas donde se atentaba contra el honor e intimidad de las personas ya fuera personajes públicos o no, y la de vigilar el horario de niños. Pues bien, la promesa quedó incumplida. Determinados canales de la TV privada, demuestran el incumplimiento. Algunos programas, me hacen recordar cuando estudiábamos Historia, aquel “panen et circens”, con los que se anestesiaba a las gentes de Roma, para que no vieran el hundimiento cercano del que fue gran Imperio Romano.

Lo mismo ocurre aquí en España. Estos programas, en horario de tarde, donde no se tiene en cuenta la intimidad de las personas, desde donde se hacen juicios paralelos a personajes públicos, imputados en causas judiciales… y donde se producen graves enfrentamientos entre los mismos colaboradores, son seguidos por un amplio sector del público. Cualquier cosa es válida para comenzar los ataques, coreados por el publico allí presente. Cuando no hay noticia, las discusiones se producen entre los colaboradores, de forma altisonante. No se si esto responde a un guión ya establecido y pactados entre ellos. Pero da vergüenza, asistir a esos momentos de tensión, que ante la opinión pública, supongo, que quedarán como maleducados. Incluso en una ocasión se llegó a la agresión, con resultado de producirle graves heridas a uno de los colaboradores del programa.

Para mi modo de ver las cosas, se producen hechos suficientes, como para cerrar el programa, por ofrecer espectáculos lastimosos que en una programa publico de gran audiencia no se deberían de producir.

¿Está la sociedad tan herida que precisa de alimentarse de este tipo de programas?. ¿Son un espejo de la sociedad?. ¿Nos hemos vaciado tanto de los valores esenciales, que precisamos llenarnos de este tipo de lastimosos programas?. Ciertamente ya no existe la TV donde no existía la falta de respeto a la audiencia, de la que se inculcaban valores, que podías ver, sin miedo a aprender groserías, sin que los menores asistiera a programas que podían dañarles de alguna manera.

En TV deberían trabajar autenticos profesionales, no cualquieras, dispuestos a demostrar quien es mas malo, mas grosero y maleducado, ni quien atenta con mas tino a la intimidad de los personajes públicos. Tan nulos de ideas esta los directivos de TV, que tienen que buscar la audiencia en el estiércol de la maldad.

Deberían cambiar de imagen, buscar programas que llenen y lleven a los espectadores los valores de los que debe ser portador cada persona. Si no son capaces, el gobierno deberían cerrar estos tipos de programa y mandar a engrosar las filas del paro y buscar directivos capaces de ofrecernos programas de satisfacernos, como lo hacen los programas culturales, de variedades…